Liberdade e libre mercado


Penso na “non” igualdade e na liberdade crebada, en todos eses lugares nos que non se pode dicir o que se pensa, onde “internet” só está permitido ás veces. Penso nas fábricas e nos dereitos das traballadoras que non poden ser reivindicadas, penso na “non casa” na que non moran moitas persoas, nos “non alimentos”, en que vivimos en colosais megalópoles e estamos cada vez máis sós e máis illados. Penso nas débedas que temos con quen financian cos seus recursos naturais e man de obra barata a liberdade reinventada no século XXI: O dogma do libre mercado e a liberdade para mercar.

En todos estes sitios hai grandes supermercados e avenidas comerciais. Chegou fai anos Mc.Donalds e a Coca Cola. Un estilo de vida imponse: traballar máis para gañar máis, consumir máis para vivir mellor.

O “homo sapiens sapiens” esquece que a biosfera, como continente de especies que poboan a terra, e o planeta: como conxunto de fenómenos xeolóxicos, permanecerán na era dos homes, máis ou menos danados, pero permanecerá coma se “a humanidade” fose un simple catarro. O gran reto polo tanto,ao que nos enfrontamos como especie é o de aprender a manexar a nosa racionalidade e sobre pornos á actual adolescencia mercantilista que nos aboca á autodestrución como sociedade. En definitiva: trátase de ser capaces de convivir connosco mesmos.

O camiño a esta convivencia pasa pola sustentabilidade, e esta, pasa por atopar a suficiencia e o autocontrol. Non máis consumismo nihilista, é necesario abandoar as falsas solucións (como os biocombustibles, transxénicos, a captura de CO2 ou a farsa da seguridade nuclear entre tantos outros) e abordar a orixe do noso conflicto como especie coa biosfera e que nos puxo no camiño da crise ... civilizatoria.

Trátase de reformular activamente o modelo de produción e de consumo cara ó autocontrol e a suficiencia. Establecer medidas para a “non agresión” e a convivencia co medio, así como a “biomímese”. Trátase, sinxelamente, de recuperar o sentido do límite.

Texto: Barcelona. Abril 2010
Fotografía: Markt Platz, Viena, Austria. Outubro 2007



Libertad y libre mercado

Pienso en la “no” igualdad y la libertad quebrada, en todos esos lugares en los que no se puede decir lo que se piensa, en donde “internet” solo está permitido a veces. Pienso en las fábricas y en los derechos de las trabajadoras que no pueden ser reivindicadas, pienso en la “no casa” en la que no habitan muchas personas, en los “no alimentos”, en que vivimos en colosales megalópolis y estamos cada vez más solos y más aislados. Pienso en las deudas que tenemos con quienes financian con sus recursos naturales y mano de obra barata la libertad reinventada en el siglo XXI: El dogma del libre mercado y la libertad para comprar.

En todos estos sitios hay grandes supermercados y avenidas comerciales. Ha llegado hace años Mc.Donalds y la CocaCola. Un estilo de vida se impone: trabajar más para ganar más, consumir más para vivir mejor.

El “homo sapiens sapiens” olvida que la biosfera, como continente de especies que pueblan la tierra, y el planeta: como conjunto de fenómenos geológicos, permanecerán en la era de los hombres, más o menos dañados, pero permanecerá como si “la humanidad” hubiera sido un simple catarro. El gran reto por tanto al que nos enfrentamos como especie es el de aprender a manejar nuestra racionalidad y sobreponernos a la actual adolescencia mercantilista que nos aboca a la autodestrucción como sociedad. En definitiva: se trata de ser capaces de convivir con nosotros mismos.

El camino a esta convivencia pasa por la sostenibilidad, y esta, pasa por encontrar la suficiencia y el autocontrol. No más consumismo nihilista, es necesario abandonar las falsas soluciones (como los biocombustibles, transgénicos, la captura de CO2 o la farsa de la seguridad nuclear entre tantos otros) y abordar el origen de nuestro conflicto como especie con la biosfera y que nos han puesto en el camino de la crisis ... civilizatoria.

Se trata de reformular activamente el modelo de producción y de consumo hacia el autocontrol y la suficiencia. Establecer medidas para la “no agresión” y la convivencia con el medio, así como la “biomímesis”. Se trata, sencillamente, de recuperar el sentido del límite.

Texto: Barcelona. Abril 2010
Fotografía: Markt Platz, Viena, Austria. Octubre 2007