Climate justice, now !


O son oco das luvas chocando nun aplauso xordo e multitudinario. A chama sincera do lume das pancartas, convertidas en leña tras a batalla. O longo camiño de voltas coa cabeza chea de lembranzas daqueles momentos en que o dedo da historia sinalounos directamente. A música das voces, de miles de mensaxes de millóns de razóns razoables.

O malgaste de enerxía limpa que son as nosas voces no xeado aire de Copenague. A cidade que ten sentido entre tanto delirio e a voz dunha nena “impertinente”, de tez morena e nariz aguileña:
“Estamos dispostos a asumir as consecuencias? Estamos dispostos a asumir os cambios?” e as súas preguntas os apuñalan.

O cambio, o medo ao cambio, o home que cambia, o lema que cambia, a cantinela, a realidade que teimudamente unha e outra vez empeñámonos en cambiar. O camiño á utopía é o que máis serpentea de todos, pero é o que pasa pola casa de todo o mundo. Non nos alcanza a vellez enteira para entender, que non hai unha soa ficción na utopía, senón a firme convicción de que ese é o camiño. A loita contra o cambio climático, polo cambio de sistema, polo cambio de forma de vida, polo cambio do cambio.

¡Viva o cambio!

Texto e fotografía: Cumpre da ONU sobre Cambio Climático (COP15) Copenague, Dinamarca. Decembro 2009


Climate justice, now !


El sonido hueco de los guantes chocando en un aplauso sordo y multitudinario. La llama sincera del fuego de las pancartas, converdidas en leña tras la batalla. El largo camino de vueltas con la cabeza llena de recuerdos de aquellos momentos en que el dedo de la historia nos señaló directamente. La música de la voces, de miles de mensajes de millones de razones razonables.

El derroche de energía limpia que son nuestras voces en el helado aire de Copenague. La ciudad que tiene sendito entre tanto delirio y la voz de una niña “impertinente”, de tez morena y nariz aguileña:
“¿Estamos dispuestos a asumir las consecuencias? ¿Estamos dispuestos a asumir los cambios?” y sus preguntas les apuñalan.

El cambio, el miedo al cambio, el hombre que cambia, el lema que cambia, la cantinela, la realidad que tozudamente una y otra vez nos empeñamos en cambiar. El camino a la utopía es el que más serpentea de todos, pero es el pasa por la casa de todo el mundo. No nos alcanza la vejez entera para entender, que no hay una sola ficción en la utopía, sino la firme convicción de que ese es el camino. La lucha contra el cambio climático, por el cambio de sistema, por el cambio de forma de vida, por el cambio del cambio.

¡Viva el cambio!

Texto y fotografía: Cumpre de la ONU sobre Cambio Climático (COP15) Copenague, Dinamarca. Diciembre 2009